domingo, mayo 11, 2008

¿Y Cómo hablo de amor si estoy muerto?


Cartas desde el infierno

¿Y cómo hablo de amor si estoy muerto?
Si los muertos no tenemos pasiones,
ni de humanos afectos sentimientos
sólo somos de los vivos el espanto.

Todo es incoherencia y contradicción
para un muerto entre los mortales.
No lo excitan la luna, ni la flor, ni la hembra,
Porque no tiene carne para reproducirse

¿Hay cosa más absurda que escuchar un cadáver
hablar apasionadamente como un humano,
si no puede sentir ni el calor ni el frío
ni el placer, ni el dolor, ni el llanto?

Es horrible ser un muerto entre los humanos.
Ser el muñeco con quien representan una parodia
absurda
los psicópatas esquizofrénicos vivos
que disfrutan con la visión de un cadáver
putrefacto.

Embadurnados de excrementos, babas y locura
al que con asco y saña, impertinentes, siguen
limpiando.
Y pide liberarse el cadáver, de entre los vivos locos,
pero éstos no entienden los silenciosos gritos de
los muertos.
Y con patético ensañamiento lo siguen animando:
Cuenta, muerto, tu historia de lo que estás pasando;
parece que eres uno de nosotros, los vivos,
aún aparentas algo de ser humano.

En vano les digo ¡que no!, ¡que estoy muerto!
que ya no puedo hablar, igual que ellos
porque me resulta absurdo hablar igual que los
Humanos.
Y no me dejan ser ni muerto ni vivo
Estos locos y alucinados desquiciados

Ramón Sampedro

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.